Prólogo
Desde la
primera edición han pasado más de trece años. Hoy no creo que definir el
conjunto de las oraciones españolas mediante un sistema de reglas sintácticas y
semánticas sea un propósito razonable.
La extinta
creencia se fue gestando durante el estudio de 'Lógica matemática elemental' de
Benson Mates [1] y 'Filosofía de la lógica' de W. O. Quine [2]; después se
robusteció mientras estudiaba 'Pragmática y lógica intensional' de R. Montague
[3],'Palabra y objeto', de W. O, Quine [4], 'Formas lógicas, realidad y
significado', de Th. Moro Simpson [5] y 'Semántica Filosófica (Antología)', de
Th. Moro Simpson, comp. [6]. Sin duda, era una creencia agradable. Pero, a
diferencia de los esqueléticos lenguajes formales, el español es un genio monstruoso
que no se deja encerrar en una botella. Su ontología abarca objetos de los más
diversos tipos; p.ej., Sócrates, la pipa de Bertrand Russell, las arboledas,
los accidentes, las acciones, las relaciones, las mentes, la sensibilidad, el
sentimiento, la memoria, la imaginación, la inteligencia, la consciencia, el
pensamiento, las sensaciones, las ideas, los sentimientos, los recuerdos, los
unicornios, los duendes, Hércules, Don Quijote, los gremios, la ciencia, el
arte, las obras de arte, las instituciones, los cargos, las dignidades, los
números, las figuras geométricas, los conceptos, los juicios, las verdades
lógicas, los principios lógicos, el espacio, el tiempo, la causalidad, la
libertad, el bien, el deber moral, el alma, la inmortalidad.
No pudiendo
definirse el conjunto de las oraciones mediante reglas sintácticas ni tampoco
el concepto de oración mediante el enunciado de condiciones necesarias y
suficientes, el gramático parece encontrarse en una encrucijada. Pero no hay
tal. Las palabras están registradas en los diccionarios con la información de
sus significados, y sólo hay que agregarles las que resultan variando
reguladamente sus terminaciones de género gramatical, número, persona
gramatical y tiempo, y unos pocos pronombres personales oblicuos. Y las
oraciones están allí, por así decir, en los textos escritos de hispanohablantes
competentes, separadas entre puntos y otros signos ortográficos. Pueden
investigarse entonces sus normas de composición (p.ej., el régimen, la
concordancia y el orden normal de las palabras). Y también puede explicarse por
qué significan lo que significan, tentativamente, una por una, aun cuando los
significados no puedan reducirse en general a un método recursivo de
composicion semántica.
En esta
edición la materia se ha distribuído en capítulos. En el primero expongo mis
objeciones a las gramáticas clásicas y escolares. La principal y madre de todas
las demás es que, contrariamente a lo que ellas afirman, ninguna palabra
modifica ni especifica a otra, ni relaciona una con
otra.
En el
segundo capítulo expongo los conceptos de la gramática elemental y muestro cómo
pueden soportar las explicaciones del significado de las oraciones simples y de
sus subordinadas sustantivas.
El capítulo
3 se dedica íntegramente a presentar explicaciones de significado. Oraciones
como 1 y 2 no podrán explicarse:
1 . una cuadrilla de obreros (...) apedreó
a los soldados (...). (B. Pérez Galdós, 'Prim')
2. trabaja
en costura. (B. Pérez Galdós, 'Gloria')
Para
remediar la insuficiencia habría que
complicar la teoría de los tiempos verbales, pero mi actual discapacidad visual
no me lo permite.
Francisca
Lanail corrigió en el original una intolerable cantidad de errores
tipográficos.
Esteban Saporiti
Mar del Plata, septiembre de 2020
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NOTAS
[1] B. Mates, 'Lógica matemática elemental', Tecnos,
Madrid, 1974.
[2] W. V. Quine, 'Filosofía de la lógica', Alianza
Universidad, Madrid, 1977.
[3] R. Montague, 'Pragmática y lógica intensional' (en
'Ensayos de filosofía formal', Selección e introducción de R. Thomason, Alianza Universidad, Madrid,
1977).
[4] W. O. Quine, 'Palabra y objeto', Labor, Barcelona,
1968.
[5] Th. Moro Simpson (comp.), 'Semántica filosófica:
problemas y discusiones', Siglo XXI, Buenos Aires, 1973.
[6] Th. Moro Simpson, 'Formas lógicas, realidad y
significado', Eudeba, Bs.As., 1975.